Tres oradores andaluces para la historia

por | Feb 28, 2014 | Líderes políticos | 0 Comentarios

Parlamento de Andalucía

Hoy, 28 de febrero, es el Día de Andalucía. Tal día como hoy hace 24 años, los andaluces votaron a favor de tener autonomía plena en un referéndum. Para conmemorar esta efeméride, en El Atril hemos querido bucear en la historia de nuestra comunidad para rescatar a tres políticos nacidos en el siglo XIX que destacaron por sus virtudes como comunicadores. Segismundo Moret, Emilio Castelar y Niceto Alcalá Zamora fueron, además de jefes de Gobierno y/o Estado, tres brillantes oradores. 

Independientemente de los errores que pudieran cometer o de la ideología que cada uno tengamos, creo que es conveniente ensalzar la brillantez de estos parlamentarios en unos tiempos en los a diario escuchamos discursos mediocres y en los que apenas nadie valora el arte de la oratoria: 

-Segismundo Moret (1833-1913): según la Cadizpedia, este gaditano fue «un eminente político, orador y juriconsulto. A los 25 años obtuvo su primera elección como diputado, por Almadén. Fue ministro de Ultramar en 1870 y, además, de Hacienda. Ocupando esta última cartera introdujo en los presupuestos el impuesto de las cédulas personales. En 1884 salió diputado por Cádiz. Presidía el Consejo de Ministros en 1901 y, a la muerte de Canalejas, el Congreso, cargo en que se mantuvo hasta su fallecimiento, ocurrido en Madrid el 28 de enero de 1913″. En su monumento de la Plaza de Juan de Dios puede leerse «patriotismo, libertad, lealtad y elocuencia». Excelso orador, brilló en la política española por su verbo florido. En la capital gaditana aún puede oírse el dicho «habla más que Moret».

Segismundo Moret -Emilio Castelar (1832-1899): hablamos de otro magnífico orador gaditano. Según, Buscabiografías, «fue catedrático de Historia en la Universidad Complutense de Madrid. Además, Castelar fue reconocido como escritor, periodista, orador y académico. Filosóficamente era un krausista exigente. Militó dentro de un republicanismo moderado. Colaboró en muchas publicaciones; redactor de diversos periódicos republicanos, entre otros: La Tribuna, La Soberanía Nacional o La Discusión. Su obra más destacada fue la dirección de la publicación ‘La Democracia. Durante la I República’ (1873).

Fue Ministro de Estado tras la Revolución de 1868, aboliendo en su mandato la esclavitud en Puerto Rico, y el cuarto presidente de la I República, donde se mantuvo hasta el golpe de Estado del general Pavía (desde el 7 de septiembre de 1873 hasta el 3 de enero de 1874). Durante la Restauración acabó por facilitar la entrada de su propio partido en el dinástico Partido Liberal (1893)». Como Moret, también tiene un monumento en su honor en la Tacita de Plata. En este caso, en la Plaza Candelaria.

Emilio Castelar

-Niceto Alcalá Zamora (1877-1949): nació en Priego de Córdoba y murió exiliado en Buenos Aires. Según Biografías y Vidas, «político español, primer presidente de la Segunda República. Participó en la política de la Restauración desde las filas del Partido Liberal, llegando a ser ministro de Fomento (1917-18) y de la Guerra (1922-23) en sendos gobiernos de García Prieto.

Su oposición a la dictadura de Miguel Primo de Rivera le llevó a declararse partidario de la República en 1930 (..). Su presencia en aquel gobierno representaba la adhesión al régimen republicano de sectores conservadores, católicos y de clase media. Pero pronto entró en conflicto con los dirigentes republicanos más avanzados: discrepó sobre todo de la regulación constitucional de las relaciones Iglesia-Estado, hasta el punto de dimitir y ceder la jefatura del gobierno a Manuel Azaña.

Niceto AlcaláZamora

Fuente de las imágenes: ABC de SevillaWikipedia y La Razon

 

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