Si hace unos días analizamos un caso de éxito electoral español de las pasadas Elecciones al Parlamento Europeo, hoy terminamos de repasar estos comicios con un caso en el que no se han conseguido los objetivos propuestos a priori. Hablamos de VOX, la formación conservadora encabezada por el expresidente del Europarlamento, Alejo Vidal-Quadras. Vamos a enumerar algunas carencias que explican por qué VOX no ha logrado ningún eurodiputado:
-Falta de base social: aunque el desgaste lógico provocado por estar en el Gobierno le ha restado muchos votos al Partido Popular (PP), no hay que perder de vista que el suelo electoral de esta formación es muy alto. La base social de la derecha española es muy fiel. Todo esto, sumado a que el PP funciona de forma muy disciplinada, dificulta muchísimo que puedan triunfar alternativas electorales de derechas en España.
-Falta de un líder carismático: no despreciamos el prestigio político que Vidal-Quadras tiene entre sectores mediáticos y políticos de la derecha española. Tampoco queremos decir que sus propuestas sean peores que las de otros líderes, pero lo cierto es que Vidal-Quadras no es alguien que emocione al votante medio. A pesar de su larga e intensa trayectoria política, el cabeza de lista de VOX es mucho menos conocido que Rosa Díez o que Pablo Iglesias. Ya en el post anterior hablamos de la importancia que tiene el liderazgo para el triunfo de un proyecto político. En casos como éste, más aún: los pocos casos de triunfos de formaciones nuevas de derechas han descansado en gran medida en el carisma de su líder. El ejemplo de Francisco Álvarez Cascos y su Foro Asturias es paradigmático. Sin un líder carismático alternativo, el voto de la derecha no suele dividirse.
-Falta de apoyos mediáticos: quizás los dirigentes de VOX han sido exagerados y reiterativos a la hora de echarle la culpa a los medios de comunicación de sus resultados. Pero llevan parte de razón: los medios favorables al PP no les han dado mucho espacio. Unión, Progreso y Democracia (UPyD) e incluso Ciudadanos (C’s) han recibido estos últimos años un mejor trato por parte de periódicos tan influyentes como El Mundo. Locutores como Federico Jiménez Losantos han expresado su apoyo a VOX de manera muy parcial, ya que también respaldó a UPyD. Sobre los medios de comunicación proclives a VOX hay que aclarar que, pese a que siguen teniendo muchos seguidores, ninguno está en su mejor momento. Ni Intereconomía, ni los proyectos de Jiménez Losantos tienen la pujanza de hace unos años. En resumen, y en relación con el punto anterior, hay que tener en cuenta que Vidal-Quadras ha salido en televisión muchísimo menos que, por ejemplo, Pablo Iglesias, cabeza visible de otra formación nueva y, a priori, minoritaria.
-Falta de un relato coherente: el relato de VOX no es creíble para su target electoral. El discurso de Jiménez Losantos e Interconomía de que los dirigentes del PP son ‘maricomplejines’ y demasiado moderados tenía su público durante el Gobierno de Zapatero, pero ya ha pasado de moda. Pocos españoles comparten que «el PP sea un partido de socialdemócratas emboscados y relativistas morales», tal y como ha declarado Vidal-Quadras. Ese relato pierde coherencia cuando, a la vez, anunciaban que los europarlamentarios de VOX apoyarían la candidatura de Juncker y del Partido Popular Europeo (PPE) en Estrasburgo. Esta decisión nos lleva al siguiente punto de nuestro post: si al final van a prestar sus voto al PPE, ¿de qué sirve votar a este grupo en lugar de al PP español? Vistos los resultados, cabe preguntarse si Jiménez Losantos llevaba razón al plantear que quizás VOX se equivocó al no jugar la carta euroescéptica.
-Falta de elementos diferenciadores: si consultamos el material de campaña de VOX en su página web, comprobaremos que las ideas-fuerza que aparecen en el merchandising son más o menos las banderas tradicionales del PP, si bien planteadas de forma algo más radical: unidad de España, control el gasto público, el empleo o algo tan genérico como la libertad. Únicamente podemos destacar la lucha contra la corrupción y la oposición a los aforados y a las subvenciones de partidos y sindicatos. VOX se ha equivocado en pensar que la clave de éxito estaba únicamente en quitarle votantes al PP. ‘Podemos’, por ejemplo, no hizo lo mismo con Izquierda Unida. Jugaron a revolucionar el mapa político dirigiéndose a los ciudadanos descontentos en general. Prueba de este anclaje en la oposición al PP que apuntamos es un cartel electoral que dice textualmente: «Si votaste a Esperanza, José María y Jaime, vota a Alejo, vota a VOX».
-Falta de mensajes atractivos: en la línea de lo que veníamos explicando, hay que añadir que en la campaña no han planteado temas muy concretos, ni problemas que preocupen especialmente a los ciudadanos. En cambio, hablaron, por ejemplo, en exceso del aborto. Comentábamos antes que su relato era a veces poco creíble y que al partido le faltan elementos diferenciadores. En este sentido hay que indicar que el problema vasco es otro de sus leitmotiv. José Antonio Ortega Lara, víctima de un largo secuestro a manos de ETA, ha formado parte de las listas y María San Gil, expresidenta del PP vasco, ha expresado su apoyo a VOX en repetidas ocasiones. Es verdad que ETA no se ha disuelto y no ha entregado las armas, lo que no quiere decir ni que el PP haya traicionado a las víctimas, ni que haya cedido a chantaje terrorista alguno. La mayoría de los ciudadanos del Estado español, independientemente de su sensibilidad política, no comparten ese relato. Aunque la paz definitiva aún no haya llegado, las encuestas coinciden en que el terrorismo ya no es el principal problema de los españoles. En definitiva, se han echado en falta mensajes más frescos y atractivos que aludan a lo que los electores sienten como problemas concretos y actuales. Quizás esos no fueron los temas por los que querían destacar, pero lo cierto esos son con los que el votante medio los identifica.
Fuente de las imágenes: página web oficial de VOX