Las Elecciones Primarias de los dos grandes partidos de los Estados Unidos están levantando en el mundo hispanohablante mucha más expectación de lo que se preveía gracias a la irrupción de dos candidatos outsiders en toda regla, dos independientes de ideas más radicales que la media de ambas formaciones. Hablamos de Donald Trump en el Partido Republicano y de Bernie Sanders en el Demócrata. Mucho se ha escrito del extravagante multimillonario que encabeza las encuestas del Grand Old Party. Sin embargo, y pese a sus méritos, Sanders hasta hace poco apenas había llamado la atención de los medios de comunicación de fuera de Estados Unidos.
Vamos a repasar algunas de sus virtudes y defectos desde el punto de vista de la comunicación:
Virtudes
-Constancia: para pisarle los talones a Hillary Clinton en las encuestas no siendo afiliado del Partido Demócrata, sin aceptar donaciones de las grandes empresas y declarándose abiertamente socialista, hay que derrochar tenacidad y moral. Y es que Sanders no se caracteriza por tirar la toalla. Pablo Pardo relata en ‘El Mundo’ que en 1972 se presentó por primera vez a un proceso electoral, sacando el 1% de los votos. Tres años más tarde tan sólo logró elevar ese porcentaje al 2%. No obstante, a base de constancia, Sanders logró ser alcalde, congresista y senador.
-Emoción: frente a la frialdad del discurso de la exsecretaria de Estado, Sanders sabe ponerle pasión a sus intervenciones y lanzar mensajes que consiguen conectar emocionalmente con el electorado. Al igual que Obama hace ocho años, es el candidato de la ilusión. Y por eso es el favorito entre los progresistas que están desencantados con la política norteamericana. Como apunta Jaime González en la ‘BBC’, sus llamamientos a una «revolución ciudadana» son frecuentes, así como lemas optimistas como «Sí se puede». El citado periodista señala la «energía desbordante» de alguno de sus mítines.
-Sinceridad: los electores le reconocen, sobre todo, su claridad. Sanders se caracteriza por decir siempre lo que piensa y por no ocultar sus ideas. Se ha definido ideológicamente como socialdemócrata en un país donde el término socialismo está estigmatizado. Mohorte, editor de Magnet, indica que su verbo es «directo y franco».
-Cercanía: la cercanía es otra de sus cualidades. Pardo recuerda que durante su etapa de alcalde algunos vecinos tenían la costumbre de llamarle por teléfono a cualquier hora para remitirle propuestas.
-Seriedad: Sanders es todo lo contrario a un político frívolo. Evita temas personales y debates superficiales. En su Twitter ha tratado con respeto y elegancia el problema judicial de Clinton con los e-mails que envió desde su correo personal cuando dirigía la Secretaría de Estado. Habitualmente se niega a opinar sobre su peinado o el aspecto físico de los candidatos.
-Tecnología: diversos analistas coinciden en que la comunicación on line es uno de sus puntos fuertes.
Defectos
-Falta de sentido del humor: en ocasiones se muestra enfadado y gruñón, lo que no genera empatía entre determinados electores.
-Oratoria mediocre: su discurso atractivo no viene acompañado de una gran habilidad para expresarse en público.
-Aspecto desaliñado: no sólo hablamos de la ropa, también de la forma de moverse en el atril.
-Falta de síntesis: no sabe resumir sus mensajes. A veces acuña eslóganes bastante mediocres.
Fuente de la imagen: Cubadebate