La Federación Rusa impulsó la pasada semana una buena iniciativa que ha servido para fortalecer sus lazos con España, así como para mejorar su imagen en un momento crítico para las relaciones con la Unión Europea y el Estado español en particular. Nos referimos a la conmemoración en El Puerto de Santa María (Cádiz) del 350º aniversario de la llegada de la primera embajada rusa a España, que se instaló en la mencionada ciudad andaluza.
Y es que, tal como reveló la broma ejecutadas por unos humoristas rusos que se hicieron pasar por espías letones, la propia ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, dio crédito a la hipótesis difundida por medios de comunicación -hasta el momento no demostrada con pruebas- de que Rusia está desarrollando desde Internet una campaña de apoyo al movimiento independentista catalán, que iría en línea con anteriores operaciones a favor del Brexit y de Donald Trump.
Volviendo a la celebración, hay que decir que la embajada rusa y el Ayuntamiento de El Puerto evocaron la llegada a El Puerto de Santa María el 5 de diciembre de 1667 de la primera legación diplomática rusa en el Reino de España. El prestigioso general Piotr Potemkin, quien ya había representado al zar Alejo I en las cortes de Francia, Austria e Inglaterra, lideró una misión diplomática dirigida a que el puerto del Arcángel, en el Mar Blanco, iniciara vínculos comerciales con Italia.
Este hito en las relaciones europeas fue recordado con la inauguración de un monolito conmemorativo en el Castillo de San Marcos. El programa de actos conmemorativos, a los que asistió el embajador ruso en España, Yuri Gorcharin, se complementó con una visita institucional al Ayuntamiento portuense, la inauguración de una exposición de litografías y por un concierto de violín y piano. Estos dos actos culturales tuvieron como protagonistas a temas y artistas rusos.
El embajador insistió en la simpatía que el pueblo ruso mantiene por España y los españoles -avalado por un estudio del Real Instituto Elcano- y a los tradicionales buenas relaciones entre ambos países. Asimismo, comentó las oportunidades que el mercado ruso puede ofrecer tanto a la economía como al desarrollo turístico español. A pregunta de los periodistas sobre el conflicto catalán, Gorcharin quiso aclarar, según recoge ‘La Voz de Cádiz’, que la Federación Rusa ha mostrado «siempre» respeto a la integridad territorial del Estado español. «Cataluña es el asunto interno de España». En esta línea explicó que «respetamos las leyes españolas y estamos convencidos de que todos los asuntos internos de España deben de ser resueltos con la Constitución y leyes españolas». Rusia quiere que «España sea siempre un país unido y próspero», añadió el jefe de la diplomacia rusa en España, quien recordó que el Gobierno le dio «un agradecimiento por ser Rusia uno de los primeros países en expresar este apoyo». «Rusia no tiene nada que ver ni con Cataluña ni con los asuntos internos de España y siempre se va a pronunciar a favor de la integridad territorial de España», añadió.
No sabemos si la celebración de estos actos conmemorativos tuvo que se organizaron -o se aprovecharon, en el buen sentido de la palabra- como una muestra de acercamiento a España frente a las críticas que a menudo recibe el Gobierno ruso por parte de los medios de comunicación. Lo cierto es que, al menos en El Puerto y su entorno, este aniversario ha sido muy positivo para la imagen de Rusia y su pueblo. Todo un acierto desde el punto de vista del protocolo y la comunicación diplomática. Quizás los medios rusos en España debieron haberle dado más espacio a este acontecimiento, que, sin lugar a dudas, ha sido un arma certera contra las informaciones negativas (¿propaganda?) cada vez más extendida en los medios de comunicación españoles este contexto de nueva Guerra Fría.